Este 2 de febrero se ha celebrado el Día Mundial de los Humedales para poner en valor el papel que desempeñan estos ecosistemas en el planeta. Los más importantes es que mantienen la biodiversidad, puesto que son hogar de una amplia variedad de plantas y animales, incluyendo algunas especies en peligro de extinción, sin olvidar que también son una fuente importante de alimento para muchas aves acuáticas.; ayudan a combatir el cambio climático y proporcionan agua dulce a millones de personas en todo el mundo.

Los humedales de Alicante.
Aunque desconocidos por la mayoría, hay otros beneficios que aportan los humedales realmente sorprendentes y necesarios. Tales como actuar como filtros naturales que purifican el agua, reduciendo la cantidad de contaminación en ríos y lagos cercanos. O controlar las inundaciones, ya que los humedales actúan como depósitos de agua y absorben el exceso de agua de las tormentas, ayudando a prevenir las inundaciones.

Lo que está claro es que los humedales cada vez son más valorados y llaman nuestra atención. Hasta el punto que son un potente reclamo para un turismo respetuoso con la naturaleza que quiere observar la biodiversidad que nos ofrecen. En este ámbito, Alicante es una provincia privilegiada porque está poblada por numerosos humedales que se pueden visitar, convirtiéndose en una vista tan atractiva como interesante para las comunidades locales. Los humedales más conocidos de la región son los siguientes:

El Marjal de Pego-Oliva.
Es un área muy importante por su biodiversidad y su protección y conservación, puesto que está protegido como Zona Especial de Conservación (ZEC) y como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), debemos tener en cuenta que es una zona de paso para las aves migratorias. Técnicamente, se trata de un marjal, un tipo de humedal de agua dulce con presencia de plantas acuáticas y salinas.

Su biodiversidad es muy rica y destaca la presencia de plantas como los juncos, la salicornia, los tamariscos y los phragmites australis. En cuanto a su fauna podemos encontrar nutrias, culebras de agua, flamencos, cigüeñas negras, garcilla bueyera o rana de espuelas y escuerzo común. También es una zona de recreación y turismo, con senderos para caminar y observación de la fauna.

El Hondo de Elche.
El parque natural El Hondo forma parte de la antigua albufera de Elche, creada por la desembocadura del río Vinalopó y desecada casi en su totalidad entre la Edad Media y el siglo XVIII, para convertirla en terreno cultivable.

Ofrece un aspecto de gran laguna natural, completada con una serie de charcas y saladeros inmersos en un horizonte de cultivos y palmerales, que conforman un paisaje excepcional.

Es paraje natural desde 1988 y fue declarado parque natural por la Generalitat Valenciana en 1994, destacando por su abundancia de avifauna: 172 especies, de las que medio centenar son nidificantes. Entre ellas figuran la cerceta pardilla, una de las aves más amenazadas de Europa y la malvasía cabeciblanca, también en peligro de extinción, así como garzas, anátidas y limícolas de varias especies, y flamencos. En el medio acuático encontramos la anguila, el mújol, la carpa y el fartet común, un pequeño pez endémico del Mediterráneo español.

El paisaje del Hondo está dominado por el carrizo, mientras que los juncales están representados de manera muy fragmentaria. Las alcolechas ocupan zonas más secas y halófilas, junto a las salicornias y sosas.

Las Salinas de Santa Pola.
Se trata de una zona de salinas, un tipo de humedal costero donde se produce la evaporación del agua marina para obtener sal. Es muy relevante porque alberga una amplia variedad de especies animales y vegetales, incluyendo flamencos, garcetas y gaviotas, así como una amplia gama de insectos, crustáceos y moluscos. Y es un hábitat crítico para la conservación de la biodiversidad y es un importante lugar de descanso y alimentación para las aves migratorias. Hecho que la hace perfecta para actividades recreativas, como la práctica del birdwatching y senderismo.

Las lagunas saladas de La Mata y Torrevieja.
Es Parque Natural desde 1996 con un total de 3.700 ha, y se encuentra en la comarca de la Vega Baja del Segura, ocupando parte de los términos municipales de Guardamar del Segura, Torrevieja, los Montesinos y Rojales. Es conocido como el “mar Muerto” valenciano debido a que su laguna rosa, tiene una concentración de 350 gramos por litro de agua de pigmento rosáceo producido por una bacteria, una cifra muy similar a la del Mar Muerto.

El parque alberga dos grandes lagunas, que se diferencian por su color. La primera de ellas es rosa, donde además se localiza una explotación salinera. Mientras que la segunda, la Laguna de La Mata, es de color verde y en ella se encuentra el Centro de Interpretación de este parque natural, además de un área recreativa y de un bello entorno para pasear. Los colores de estas lagunas tan llamativas se deben a diferentes causas, de entre las cuales se ha de destacar la marcada salinidad de sus aguas. Sin embargo, aunque ambas lagunas saladas presentan un tono verdoso durante la mayor parte del año, es durante el periodo estival y los meses de más calor cuando bacterias y algas tiñen de color rosa las aguas por el color pigmento de mencionados organismos.

Los humedales son increíblemente importantes para la conservación de la biodiversidad y constituyen una excelente escenario para el ocio y turismo. Sirven como lugares de descanso para las aves migratorias, al tiempo que proporcionan un hábitat a una amplia gama de especies. ¡No dudes en visitarlos!